Juan Diego Patiño Ochoa conecta a Risaralda con el futuro digital.
El gobernador lidera una transformación sin precedentes en conectividad, llevando Internet gratuito y de alta velocidad a los 14 municipios del departamento, y abriendo nuevas oportunidades para miles de risaraldenses.
“El aroma a café recién hecho llena el ambiente. Con su característica sonrisa y un tono de orgullo, el gobernador Juan Diego Patiño Ochoa comienza su relato:
“Feliz de poder contarles cómo va Risaralda”, dice mientras sostiene su taza, símbolo de la tierra pujante que representa. Y es que hoy, más que nunca, el departamento se conecta con el futuro, cerrando brechas, transformando vidas y haciendo realidad un sueño colectivo: que la tecnología llegue a todos, sin distinción.
El gobernador habla con emoción de uno de los hitos más significativos de su administración: la instalación de 80 zonas wifi públicas en los 14 municipios de Risaralda, gracias al proyecto ‘Mejoramiento de la Infraestructura de Conectividad en Áreas Rurales y Urbanas de Risaralda’.
Una iniciativa que busca garantizar un acceso equitativo a Internet de alta velocidad, tanto en los centros urbanos como en los rincones más apartados del territorio.
“En el programa de gobierno nos propusimos conectar Risaralda, cerrar las brechas digitales… y a mitad del gobierno ya cumplimos la meta”, afirma con satisfacción.
CONEXIÓN ESTABLE: 100 MEGAS
Cada zona cuenta con una velocidad de hasta 100 megas, asegurando una conexión estable, eficiente y capaz de soportar a decenas de usuarios simultáneamente. Además, se implementó un portal cautivo que garantiza un acceso seguro y controlado, brindando confianza y facilidad a los ciudadanos.
El impacto es profundo: el 60 % de las zonas wifi están ubicadas en áreas rurales, llevando oportunidades a campesinos, jóvenes y emprendedores que antes no podían acceder a la red.
“Estamos generando oportunidades para nuestros campesinos, para que puedan conectarse, vender sus productos, estudiar, comunicarse con el mundo. Ese es el verdadero sentido de gobernar: transformar realidades”, expresa el mandatario, con la emoción de quien ve materializado un compromiso con su gente.
El proyecto, que tiene una inversión cercana a los 13 mil millones de pesos financiados con recursos de regalías del Gobierno Departamental, tendrá un plazo de ejecución de 36 meses y se estima que permitirá más de 7 millones de conexiones durante su operación.
Pero más allá de las cifras, es una apuesta por la inclusión digital, por la equidad y por el derecho a estar conectados.
OTRA GRAN NOTICIA: CENTROS POTENCIA
Mientras conversa, el gobernador comparte otra gran noticia: los Centros Potencia, dos espacios de innovación y creatividad que se construirán en Quinchía y La Virginia en articulación con el Gobierno Nacional y la Findeter.
“Allí, los jóvenes podrán aprender sobre inteligencia artificial, innovación y tecnologías del futuro. Serán lugares donde las ideas nacen y los sueños se vuelven proyectos”, explica Patiño Ochoa.
El departamento aportó los lotes y el soporte técnico desde la Secretaría de las TIC, consolidando un trabajo conjunto que impulsa el desarrollo del occidente risaraldense.
Y porque la conectividad también es educación, el gobernador anunció un proyecto que beneficiará a 306 sedes educativas con una inversión de 18 mil millones de pesos, destinado a brindar Internet de calidad a estudiantes rurales y no certificados.
“Cada niño y cada joven debe tener las mismas oportunidades. Conectarlos al conocimiento es conectarlos al futuro”, enfatiza.
Entre cifras y logros, el gobernador hace una pausa para tomar otro sorbo de café. Luego comparte una noticia que refleja el resultado de tanto esfuerzo: Risaralda se encuentra entre los cinco primeros departamentos del país en gobierno digital, ascendiendo del noveno lugar al top 5 nacional.
“Eso significa que estamos haciendo bien las cosas. Que los risaraldenses pueden acceder fácilmente a los servicios de su Gobernación, desde cualquier parte del territorio”, añade con orgullo.
Al despedirse, su mensaje es claro, sincero y esperanzador: “Gracias a ustedes por tomarse este tiempito para conocer cómo va Risaralda. Este es el trabajo de todos, porque cada conexión, cada zona Wi-Fi, cada joven que aprende, es una historia de progreso para nuestro departamento”.
La conversación termina como empezó: con una sonrisa, una taza de café y la certeza de que Risaralda se sigue conectando, no solo a Internet, sino también a un futuro más justo, equitativo y lleno de oportunidades.














