EMPRENDEDORES DE PEREIRA RECIBIERON CONSEJOS PARA EXPORTAR SUS PRODUCTOS, DE UN COTIZADO EMPRESARIO LOCAL
“Los productos comestibles que se exportan deben tener una larga duración (entre 6 y 8 meses); no se aceleren a producir empaques, sino conocen el mercado al que van a llegar; hay que dejar el patriotismo a un lado y evitar poner la bandera del país en los empaques; hoy se usan más las bolsas de papel, los empaques metalizados…” algunos consejos del empresario Julio Barberi.
Julio Barberi fundó en la década de 1990 la empresa Productos La Niña; la crisis de esa época lo llevó a venderla, pero no a dejar su espíritu empresarial y empezó a exportar productos a Estados Unidos. Hoy, con la experiencia y el éxito a cuestas, compartió sus consejos con los emprendedores de la ciudad de Pereira y del programa “Hecho en Pereira, ¡lo compro!, gracias a la invitación de la Secretaría de Desarrollo Económico y Competitividad.
Reunidos en Expofuturo, el señor Barberi les contó a los emprendedores, en una charla anecdótica y llena de detalles y de reflexiones, las peripecias de sus primeros años de exportador, y a partir de ahí, los consejos que deberían considerar para el momento en el que quieran que sus productos estén en el mercado internacional.
Precisamente ese fue uno de los puntos: “No necesariamente piensen en el mercado de Estados Unidos; hay muchos países de Centroamérica que podrían explorar y en donde hay cabida para nuestros productos; lógicamente que Estados Unidos es el objetivo, pero podrían pensar que el comienzo sea en otros países antes de dar el gran salto a Norteamérica”, dijo el señor Barberi.
Cuando empezó a exportar las rosquillas (el principal producto de su anterior empresas “La Niña”) se llevó una gran frustración: luego de ser – y sigue siendo – el producto estrella de esa compañía, se dio cuenta de que no tuvo la acogida en el mercado de EE. UU que esperaba; además, el tiempo que tardaron en llegar los contenedores generó que el producto se ablandara. “Tuvimos que botar el 90 % de las rosquillas; eso fue un desastre”, dijo. Superadas esas pruebas, concluyeron que el snack del madurito fue el producto que “pegó” y que hoy es su gran éxito.
La anécdota sirvió para aconsejar a los emprendedores a estar preparados para algún viraje de último momento y a no “casarse” con un solo producto.
“Quisimos ofrecer esta capacitación porque Julio Barberi tiene mucha experiencia en el mercado internacional; hay detalles que deben tenerse muy en cuenta y que gracias a que nos compartió sus experiencias nuestros emprendedores se ahorrarán esos errores; el señor Barberi explicó, por ejemplo, los aspectos que se deben tener en cuenta en el momento de diseñar el empaque: las palabras, el idioma, los colores, etc.”, dijo el secretario de Desarrollo Económico y Competitividad, Mario León Ossa.
Durante la amena conversación, el ingeniero de alimentos de su compañía también les explicó a los emprendedores aspectos relacionados con la normatividad de alimentos en Estados Unidos, la exigencia de producir y exportar productos de calidad y de inocuidad (que no le hagan daño al consumidor), de la manera como deben disponer sus plantas de producción para evitar la contaminación de alimentos y estar preparados para las exigentes visitas de los organismos de inspección sanitaria y muchos más detalles que sorprendieron a los asistentes.
“Lo que les dijimos aquí no es para desmoralizarlos; por el contrario, es para animarlos a hacer su trabajo bien hecho y que no repitan los errores que nosotros cometimos al principio”, dijo el señor Julio Barberi, quien les abrió una puerta a los emprendedores de Pereira y de la Secretaría de Desarrollo Económico y Competitividad para servir de intermediario en la exportación de sus productos.