Gobernación de Risaralda reforesta y procura la protección de especies en vía de extinción.
Para mejorar las condiciones ambientales en aquellos predios que la Gobernación de Risaralda ha adquirido con el objeto de proteger cuencas abastecedoras de agua, se realiza la siembra de plantas nativas, algunas de ellas, clasificadas como vulnerables.
Es el caso del nogal cafetero y el pino colombiano, que hacen parte de las 8.000 plantas sembradas en zonas de cuenca en las que la Gobernación de Risaralda inició la intervención; la deforestación y la excesiva explotación de su madera han llevado a que estas especies sean consideradas hoy como de protección, es decir, que están amenazadas con la extinción, explicó el ingeniero forestal Nelson Villota, quien hace parte del equipo que verifica las acciones de reforestación.
Vale la pena señalar que la madera de estas plantas es usada en construcción y ebanistería, además de otros usos comerciales; “el pino colombiano es la única conífera nativa de la zona, razón por la que se está promoviendo su siembra en los predios que conserva la Gobernación de Risaralda en el proceso de enriquecimiento ecológico.
Las actividades de reforestación y preservación de cuencas se adelantan en 142 predios en todos los municipios de Risaralda, dentro de 8 grandes cuencas que representan fuentes abastecedoras de agua.