Otra medalla de plata en clavados para el risaraldense que le tenía miedo al agua
Viviana y Luis Felipe son hermanos, son de Risaralda, son clavadistas, crecieron en las piscinas olímpicas porque su padre era el piscinero de ellas, ambos son figuras internacionales de los clavados de Colombia y los dos compitieron este jueves 16 de noviembre en el remodelado escenario pereirano, apoyados por su público, en busca del podio de los XXII Juegos Nacionales del Eje Cafetero. Viviana no pudo contener las lágrimas que denotaron su desazón al no poder conseguir la medalla de oro para la que era favorita, al terminar la prueba de trampolín de 3 metros dijo: “Pues me siento feliz, pero no satisfecha con el resultado; hemos venido trabajando esta prueba, pero bueno, quedamos en el podio que es lo más importante, a seguir trabajando y con toda la energía para mañana que es la última prueba”.
El oro fue para Daniela Zapata Correa y la plata para Steffanie Madrigal Velásquez, ambas de Antioquia. “Uno como deportista es muy ambicioso y siempre quiere ganar, y que no se nos haya dado es un poquito frustrante, pero igual estoy feliz con el resultado”, aseguró la joven de 26 años, que este viernes tendrá su desquite con la prueba.
Su hermano, Luis Felipe Uribe, que ya había ganado el miércoles pasado medalla de oro en trampolín de 3 metros, sumó este jueves plata en trampolín de 1 metro. El ganador fue Daniel Restrepo García, de Antioquia, y el bronce lo obtuvo Miguel Esteban Tovar, de Valle. “Primero que todo, estar agradecido con Dios por permitirme una experiencia más, con mis padres por el apoyo y toda Risaralda porque de verdad que sentí todas sus buenas energías, sus buenos deseos; la barra se sintió de corazón y ahora seguiremos apostándole a lo más alto, a trabajar más duro, a mejorar muchos detalles que tenemos para poderles aspirar a esos Juegos Olímpicos”, dijo Luis Felipe, quien posee el honor de ser cuarto del mundo en trampolín de 3 metros, en Budapest, durante el mundial del año pasado. Cuando era niño y su casa eran las piscinas olímpicas, porque sus padres las cuidaban y aseaban, a Luis Felipe le daba miedo el agua.
Fueron muchos los entrenadores que le insistían en que aprendiera a nadar, pero su temor le ganaba. A los 5 años, cuando vio a su hermanita Viviana practicar los clavados, enterró el miedo y se lanzó a las piscinas, aprendió a nadar y luego a clavar. Sus más recientes triunfos fueron 1 bronce y una plata en los Centroamericanos y los mismos metales en los recientes Panamericanos de Chile. Su máxima apuesta está en clasificar a los Juegos Olímpicos de París 2024 y para ello disputará próximamente en las piscinas olímpicas de Pereira el clasificatorio para el mundial de clavados de Doha, que a su vez, será determinante para su sueño olímpico.