Entre el Tráfico y la Vida ¿Por qué seremos así?
En éstos días, durante la hora pico, me encontraba en un transporte público atrapada en el tráfico de las seis de la tarde via Pereira – Cerritos, el vehiculo debia hacer un cruce para realizar un retorno, La fila de carros era larga y avanzaba lento pero constante…
En medio de esta situación, un pasajero le gritó al conductor, reclamándole sugiriendo que se saliera de la fila para adelantarse, como hacían otros conductores que evitaban el tráfico, una señora también se unió al reclamo, dándole la razón al hombre.
Al observar la escena, sentí una mezcla de impotencia y desacuerdo rotundo, pensé en expresarlo, pero también no quisé desagstar mi energía en esa discusión y contrariándolo, Me pregunté: ¿por qué seremos así? Aquí estaba un conductor haciendo su trabajo con paciencia y respeto por las reglas, sin querer tomar riesgos innecesarios. Sin embargo, algunos pasajeros parecían ver en esta decisión una falta de «astucia».
¿Por qué tantas veces premiamos la «malicia indígena», esa idea de que ser más «avispados» es mejor que hacer lo correcto?
Pensé en lo diferente que sería si nos moviéramos menos desde la emoción y más desde la conciencia.
Si valoráramos la paciencia, el respeto y el sentido de lo común en lugar de la velocidad o los atajos. Quizás, si pensáramos más en los demás y menos en nuestro propio apuro, la vida cotidiana sería más llevadera.
Al final del día, todos queremos llegar a casa, pero tal vez el camino importa tanto como el destino.
#TardeandoAndo
@julysot