El gobernador que escuchó a la Acción Comunal y la volvió protagonista
Juan Diego Patiño Ochoa convirtió a la Acción Comunal en el eje de su gobierno y lidera la primera política pública del país construida con más de 1.100 líderes en los 14 municipios.
En Risaralda, donde cada barrio guarda el pulso de sus propias luchas y cada vereda sostiene su identidad en comunidad, Juan Diego Patiño Ochoa encontró una causa que lo define.
El día que lo nombraron gobernador comunal de Colombia, él no lo tomó como una distinción vistosa, sino como el reflejo de su trabajo con quienes mantienen vivo el tejido social: la Acción Comunal.
Para Patiño, estas organizaciones no son estructuras formales, sino el corazón del territorio. Por eso habla de sus presidentes y líderes con un respeto que se siente, con la convicción de quien conoce de cerca su esfuerzo silencioso.
Esa filosofía explica el hito de la formulación de la política pública de la Acción Comunal de Risaralda, un proyecto histórico en el país y el único que incluye también a la primera infancia.
No es retórica. Esta política se construyó en los 14 municipios, con la participación de más de 1.100 líderes. Patiño insiste en que la meta es que tenga vida durante 10 años, con recursos asegurados y capacidad real para transformar los territorios.
LA ADECUACIÓN DE 90 CASETAS COMUNALES
Pero su compromiso no empezó ahí. Aun sin la política aprobada, el departamento impactó casi 90 casetas comunales, con una inversión cercana a 1.000 millones de pesos en 2024, un piloto que demostró que trabajar con la comunidad multiplica resultados.
Además, su administración respaldó proyectos de intervención vial rural a través de la Acción Comunal, algo inédito en gobiernos anteriores. A eso se suman los avances en presupuesto participativo, donde diversas organizaciones han presentado iniciativas, han ganado y hoy ven convertidas sus propuestas en obras concretas.
Patiño lo resume con claridad: la Acción Comunal hace rendir la plata, acerca las decisiones a la gente y vuelve visible cada peso invertido. Por eso envía un mensaje directo a los alcaldes del departamento: “La Acción Comunal debe ser una aliada para llevar desarrollo a las comunidades que lo necesitan”. Lo dice sin rodeos, porque está convencido de que la respuesta a muchas brechas está en fortalecer la organización comunitaria.
BENEFICIOS PARA TODO EL TERRITORIO
Incluso en sectores donde el departamento no tiene plena competencia, como la educación en los municipios certificados de Pereira y Dosquebradas, su administración ha logrado intervenir en infraestructura educativa. Y recalca algo que ha repetido desde el día en que tomó posesión: los programas del Gobierno de Risaralda deben llegar a los 14 municipios, sin excepción.
Patiño agradece a Asojuntas y a todos los líderes que aportaron a la construcción de esta política pública, y reconoce el respaldo que ha venido dando la Asamblea Departamental para que este sueño comunitario se convierta en una realidad tangible. En su visión, la Acción Comunal no es un actor auxiliar, sino el punto de partida para transformar los territorios. Y si esta política logra consolidarse, Risaralda tendrá una herramienta capaz de devolverle fuerza, voz y protagonismo a las comunidades que sostienen día a día la vida del departamento.
