Cuando termina el lunes…
Hay una sensación especial que llega al final de un lunes cargado de tareas, reuniones, pendientes y carreras. Es ese instante en el que por fin te quitas los zapatos, respiras profundo y sientes que lo lograste: sobreviviste al primer día de la semana.
Cada quien tiene su ritual:
Un café suave en silencio.
Una ducha caliente que lo limpia todo, incluso el estrés.
Un capítulo de tu serie favorita o de ese libro que te espera en la mesita de noche.
No es solo descanso, es reconexión contigo mismo. Porque más allá de las obligaciones, también importas tú, tu calma, tu energía.
Cierra el lunes con gratitud. Y si el día fue difícil, que no se te olvide: mañana es otra oportunidad.