Lunes Santo: un día de reflexión, fe y purificación.
Después del Domingo de Ramos, la Semana Santa continúa con el Lunes Santo, una jornada que invita a meditar sobre el acto valiente de Jesús al expulsar a los mercaderes del templo, recordándonos el valor de la coherencia entre fe y acciones.
Este episodio está narrado en los Evangelios y representa un llamado a la purificación interior, a cuestionarnos qué prácticas hemos dejado entrar en nuestra vida que desvían nuestra atención de lo verdaderamente sagrado.
En muchos templos este día se reflexiona también sobre la visita de Jesús a Betania, donde María unge sus pies con perfume como gesto de amor y entrega, mostrándonos el poder de los pequeños actos con sentido profundo.
Además, la Iglesia recuerda la importancia del ayuno y la abstinencia, como señales externas de un deseo interno de transformación.
Esta jornada es ideal para hacer una pausa y preguntarnos:
¿Qué necesito limpiar en mi vida para vivir con más fe, amor y coherencia?