Autoridades de Risaralda están en alerta ante posibles consecuencias de las altas temperaturas.
En esta temporada de menos lluvias se podrían generar: desabastecimientos en acueductos rurales, incendios de cobertura vegetal, enfermedades trasmitidas por vectores (dengue, chikunguña, zika), daño a cultivos, entre otros.
La Gobernación de Risaralda, a través de la Coordinación Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres, CDGRD, realizó una serie de recomendaciones a los risaraldenses para que tengan en cuenta en la presente temporada de menos lluvias y que se extenderá hasta mediados del mes de marzo.
“Los risaraldenses deben ayudarnos a desarrollar acciones preventivas como evitar hacer fogatas y quemas controladas, no arrojar colillas de cigarrillos en zonas verdes, hacer disposición adecuada de residuos sólidos, especialmente de vidrios, plásticos y papeles, con el fin de evitar incendios de cobertura vegetal”, explicó Diana Carolina Ramírez Laverde, coordinadora departamental de Gestión del Riesgo de Desastres.
A los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo de Desastres y autoridades locales, la funcionaria les recomendó mantener activos los Planes y Protocolos de Respuesta, con el fin de evitar la ocurrencia y propagación de incendios de cobertura vegetal, especialmente en áreas de reserva forestal, ecosistemas estratégicos y del Sistema Nacional de Parques Nacionales Naturales, además, activar e implementar los Planes de Contingencia Municipales de Incendios Forestales, PCMIF.
“Hacemos un llamado a los administradores de acueductos comunitarios para que informen cualquier situación de desabastecimiento a los organismos de socorro, las secretarías de planeación y los coordinadores de gestión del riesgo de su municipio. Desde la CDGRD estamos haciendo seguimiento a través del Centro Regulador de Urgencias, Emergencias y Desastres”, manifestó Ramírez Laverde.
En cuanto al sector agropecuario y forestal, se debe tener en cuenta la reducción en la oferta hídrica, las temperaturas altas, el bajo contenido de humedad en el suelo, el mantenimiento de los sistemas de riego y la cobertura vegetal y el estado de los ríos, además de la implementación de los Programas de Uso Eficiente y Ahorro del Agua -PUEAA, en cumplimento a lo establecido en la Ley 373 de 1997.