Gobernación de Risaralda acoge a mujer que salió de la cárcel
Sandra Patricia Cadavid Betancourt, es una quindiana de 48 años de edad, un error le costó su libertad y los últimos 5 años de su vida los pasó entre la cárcel de Armenia y Pereira.
Sandra es una mujer sola, sin red de apoyo, a pesar de haber tenido dos hijos no sabe del paradero de ninguno, su madre murió hace más de 10 años y la reclusión la distanció de su hermana, la única persona con la que en algún momento contó.
El 12 de mayo quedó en libertad y la buena noticia coincidió con la visita del gobernador Victor Manuel Tamayo Vargas, quien ese día se encontraba en el centro penitenciario de mujeres La Badea celebrando el día de la madre a más de 280 mujeres que allí se encuentran.
La dolorosa experiencia y el tiempo que pasó tras las rejas le dejó cosas positivas, según ella, buenas amistades y una sólida relación con Dios, la misma que hoy la llena de alegría para relatar su pasado y proyectar su futuro.
“La Gobernación siempre nos ha acompañado y el día que me llegó la hoja de libertad ellos estaban ahí, como sabían que no tenía a donde ir, ni apoyo de nadie, hicieron una llamada y afortunadamente, para alegría de mi padre celestial conocí a una dama llamada Nora, ella me aceptó, sabiendo cómo era mi vida, de dónde venía y qué clase de persona soy, acá me dieron una aceptación muy linda que agradezco”, relató Sandra.
Gracias a la articulación que la secretaría de Mujer, Familia y Desarrollo Social ha establecido con la fundación cristiana Kyrios, Sandra pasó de una celda oscura y fría a la calidez de un hogar, donde comparte con otras 30 personas en un espacio grande y campestre.
“El cambió de vida es espectacular, genial porque yo soy del campo, mis padres fueron campesinos, agricultores. La alimentación es normal, como en cualquier parte, desayuno, almuerzo y comida, el trato divino” fue la descripción que hizo Sandra de los pocos días en su nueva vida.
Sandra habla fuerte, pero con dulzura, se ríe duro y su alegría ha contagiado a los demás huéspedes. Tiene inmensa gratitud con la fundación Kyrios, con la Gobernación y con la vida. Está comprometida a aprovechar esta segunda oportunidad con buen comportamiento y compartiendo el conocimiento en elaboración de manualidades que desarrolló mientras estuvo privada de la libertad.
“Decirle al Gobernador que gracias, que Dios está en su corazón y que nunca deje de ser lo que es, aunque no lo conozco, quisiera tenerlo en mis manos, abrazarlo, agradecerle y decirle lo importante que es para esta fundación”.
El apoyo a los centros de reclusión, la entrega de ayudas humani-tarias, la donación de ayudas técnicas y en general el apoyo a los diferentes grupos poblacionales, ratifican el compromiso del gobierno Sentimiento de Todos para mejorar la calidad de vida de las comunidades más vulnerables del departamento.
